No importa cómo te sientas, está bien.
Son días demasiado raros. No juzguemos, no nos juzguemos, escuchémonos y escuchemos a las personas que tenemos cerca, que ahora son muchas, gracias a las redes sociales.
“Soy una montaña rusa de emociones”
Me río a carcajadas y de pronto, lloro sin motivo. Sin poder contenerme, como hacía mucho que no lo hacía.
“Con niños, hay días que me superan”
Me siento fatal, estoy con mis hijos, los quiero con locura, sé que ellos están contentos porque están con nosotras pero a veces…necesito mi tiempo pero me siento egoísta y mala madre. Tengo la sensación de no llegar a nada, de no hacer nada bien: ni en el trabajo, ni con los niños, ni con mi pareja.
“Esperando”
Estamos esperando y después de la angustia inicial, del desconocimiento, del no saber…estas semanas que tendrían que ser de momentos especiales, se han llenado de experiencias extrañas: ecografías sin poder compartir el momento con tu pareja..todo tan aséptico, tan raro…
El tiempo se ha parado
Acabábamos de tomar la decisión de comenzar un tratamiento de fertilidad, tanto tiempo para tomar la decisión y ahora…
“No tengo ilusión, ni ganas. La idea de no tener planes, me ha quitado la ilusión por todo”.
A estas alturas, estaríamos pensando en el verano, en el próximo finde…planes…ya no tengo planes…necesitamos planes para sobrevivir, para ilusionarnos.
“Soy hiperactiva y luego nada”.
He cocinado como nunca, he hecho gimnasia por Instagram…vídeos todos los días con la familia y los amigos…y luego nada…sofá…y de repente llega el buen tiempo y podemos salir y yo no sé si quiero salir.
“Yo ya era feliz”
Nos estamos cansando de leer que ahora sí sabremos apreciar las cosas buenas de la vida, los momentos, las personas…pero ¿y si yo ya lo sabía? Yo ya sabía lo que me hacía feliz. Me gustaban los aperitivos al sol de los fines de semana, conozco a mis amigas y estamos pasando esto juntas, mi familia… no necesitaba ninguna catarsis, quiero volver a mi vida, porque me gustaba.
No te juzgues, no juzgues. Todo va a estar bien.