¿Cómo resolver a nuestros hijos sus dudas sobre su origen?
La sociedad está cambiando y los distintos modelos de familia están aceptados y normalizados. Cada vez más niños tienen dos madres lesbianas o hijos de madres solas y normalmente lo viven con absoluta naturalidad. Aunque es cierto que a medida que se van haciendo mayores les surgen más preguntas o a veces les hacen preguntas a ellos.
La decisión de contar sus orígenes corresponde obviamente a las madres, pero si estáis decididas a hablar con claridad sobre esto, el mejor consejo es la naturalidad y la transparencia, adaptando la respuesta a la madurez del niño.
Los niños hasta los 5 años
Tendrán mil ocurrencias y mucha curiosidad cuando se encuentren con modelos de familia diferentes al suyo. Existen multitud de cuentos que ayudan a normalizar a su modelo de familia y de una manera natural se hablará de él o ella como protagonista de su propia vida, respondiendo a todas sus preguntas.
Normalmente en algún momento preguntarán por qué no tienen papá, si eres una mamá sola, puedes explicarle que tenías tantas ganas de tener un bebé, que un médico te ayudó a ser mamá. Si sois una pareja de mujeres, con naturalidad le podéis explicar que él o ella, tienen dos mamás.
Los niños en edad escolar
Son más conscientes de que su familia es diferente y querrán saber más.
Y también les hará preguntas a ellos en el cole, en el parque…¿Dónde está tu padre? O ¿Cuál de las dos es tu mamá? Normalmente, los niños son muy naturales y espontáneos y seguramente contestarán con normalidad que tienen dos mamás…pero es posible que ni entiendan la pregunta…
Si más adelante surgen preguntas sobre el donante, siempre se puede explicar con naturalidad el proceso, pero siempre dejando muy claro que el donante no es su padre.
Lo cierto, es que es muy difícil que un niño eche en falta algo que nunca ha tenido. Y es cierto que en su vida tendrá muchas figuras masculinas y femeninas: tíos, primos, abuelos, amigos…
Los niños mayores y adolescentes
La recomendación es sobrellevarlos con normalidad, sin mostrar sentimientos de culpa y defendiendo con seguridad el modelo de familia elegido.
Lo cierto, es que cada niño es distinto y querrá saber a su propio ritmo. Lo importante siempre es que puedan hablar con sus madres, sobre sus sentimientos, que no se queden con dudas, que se sientan tan queridos como lo son.
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