¿Y si no me quedo embarazada a la primera?
Cuando empezamos un tratamiento de reproducción asistida creemos que nos quedaremos embarazadas a la primera y cuando esto no ocurre o tras varios intentos empiezan las dudas y aumenta la ansiedad: ¿Tendremos problemas de fertilidad? ¿Alguna enfermedad? Estas dudas no son exclusivas de las mujeres lesbianas, son compartidas por todas las mujeres que quieren tener un bebé y no se quedan inmediatamente embarazadas.
No todos los tratamiento de reproducción asistida tiene la misma tasa de éxito: la inseminación artificial tiene entre un 20-25% (subiendo hasta el 60% en el tercer intento), la fecundación in vitro, entorno al 70% y el método ROPA cerca de un 90%. Aunque la tasa de éxito del método ROPA es una de las más altas en tratamientos de reproducción asistida, el éxito de embarazo está ligado a factores como:
La reserva ovárica: cada mujer nacemos con una reserva limitada de ovocitos. Este número decrece tanto en cantidad como en calidad a partir de los 35 años y hace más complicado el embarazo.
El estado del útero: en las pruebas de fertilidad en parejas lesbianas, la ecografía transvaginal, la histeriscopia y la biopsia de endometrio permitirán comprobar la morfología de tu útero y ovarios.
El estado de las trompas de Falopio: son otra referencia en la fertilidad, pues han podido quedar afectadas por ejemplo, por haber padecido apendicitis, peritonitis o endometriosis.
También puede ocurrir que existan problemas relacionados con el endometrio en la madre gestante.
En las pruebas iniciales de fertilidad de estudian todos estos factores de riesgo, incluyendo test genérico para asegurar mayor compatibilidad con el semen del donante. En cuanto al semen, los controles de calidad son muy estrictos.
No hay ningún secreto que asegure el éxito, pero si podéis estar preparadas tanto física como emocionalmente. Es importante que llevéis una vida sana, con una alimentación equilibrada. Los consejos habituales incluyen limitar la cafeína y reducir el consumo de alcohol. Dormir lo suficiente también forma parte de una vida sana, así como el ejercicio físico regular.
Si la situación os comienza a superar, no dudéis en acudir a especialistas que os ayudarán a reconducir la ansiedad. Un tratamiento de fertilidad supone un reto emocional. Haced cosas que os hagan sentir bien: ejercicio físico regular, pasear, leer, practicar yoga…y evitad en lo posible las situaciones que os generen estress. ¡Mimaos!
¿Empezamos el proyecto bebé? Contáctanos y aclararemos todas tus dudas.